Mis sentimientos son bienvenidos.
Muchas veces somos muy estrictos con nosotros mismos y juzgamos lo que sentimos. Reprimimos nuestros sentimientos. A menudo los suprimimos antes de saber lo que estamos sintiendo. Cuando hacemos esto, estamos escondiendo algo valioso. Cuando admitamos nuestros sentimientos, veremos que, muchas veces cambiarán por sà mismos. Los sentimientos piden ser distinguidos, reconocidos. En algunas ocasiones es necesario expresarlos. Muchas veces el reconocimiento ya es suficiente para sosegarnos. Pon tus manos en tu vientre. Lleva tu atención al lugar debajo de tus manos. Repite la idea de hoy. Aún cuando no sientas mucho, este gesto de atención es una forma de volver a ti mismo. Pruébalo. A menudo te sentirás más tranquilo haciéndolo.