La vida a veces es una escuela donde aprendemos a mantenernos en paz y tranquilidad, aunque las circunstancias sean difíciles.
Lo noto en mi propia vida con un esposo que tiene demencia y también fue el tema de un foro para las madres de Aldeas Infantiles SOS en Uganda.
Las visité para dar clases de pintura.
Como madres, tendemis a estar ocupadas con los demás y durante el foro toda la atención fue para ellas.
Fue una experiencia rica, instructiva e inspiradora.
Concluimos que habíamos llegadas a ser más poderosas por haber superadas las circunstancias difíciles.