El 31 de diciembre de 2009 habrá luna llena. A partir de ese momento quedará abierto el portal hacia la luz del Amor.
Podremos dejar atrás los patrones antiguos que nos mantienen separados de esta abundante energía de Amor.
Podemos sentir dentro de nuestro cuerpo físico la luz de nuestra alma que nos conecta con lo Divino. El intento de experimentar esta energía + una actitud receptiva por nuestra parte es suficiente para vitalizar la conexión del cuerpo físico con el alma conscientemente y vivir esa verdad.
Cuando estamos en España podemos ver muy bien que en invierno el sol se pone en un lugar muy diferente del sitio de verano.
En estos días el sol se pone más hacia el sur, más cerca de África.
Después de diciembre 21, el día del solsticio, el sol se pone cada día en un poco más hacia el norte.
En junio no le vemos desaparecer en el océano, sino detrás de una longuera.
Parece que la tierra cumple un movimiento oscilante año tras año, pero en realidad gira de manera elíptica alrededor del sol.
Cuando me doy cuenta que es así, me siento impresionada por el engranaje ingenuo de la Creación.
Lo percibo en mi centro.
Además me puedo imaginar que la inversión de la dirección pone en movimiento mucha energía.
Todo lo que no está en concordancia con aquella ‘armonía de las esferas’ sale a la luz.
Cada día podemos leer esto en los diarios.
Muchas veces, cuando estoy en España, encuentro aspectos desagradables de mi misma.
Aquí la naturaleza es de una belleza arrolladora y uno tiende a fundirse en ella. Al hacer esto, todo lo que no coincide con esa naturaleza y con su belleza salta a la vista notoriamente y parece agrandado con en una caricatura.
Afortunadamente suelo traer libros que ‘por azar’ me muestran el escape de la oscuridad que he creado.
Esta vez ha ocurrido lo mismo.
El libro es de Deepak Chopra: Reinventing the Body, Resurrecting the Soul. El título significa: Reinventar el Cuerpo, Recucitar el Alma.
Chopra explica que nuestro cuerpo es ilimitado en sus posibilidades y que el cerebro es de una flexibilidad inmensa, porque permanentemente se están creando nuevas conexiones en nuestra red neuronal.
Reforzamos redes negativas de nuestro cerebro cuando repetimos pensamientos negativos. Aquella red crece y nuestro cuerpo obedece creando un estado lastimoso.
Los monjes tibetanos practican lo contrario. Meditando en la compasión, la red neurológica que corresponde con aquel estado positivo se extiende. Sus cuerpos responden creando aquel estado benevolente con más facilidad.
El amor, la belleza, la verdad, la inteligencia están presentes en el universo como corrientes de luz.
No tenemos que hacer nada más que enlazarnos y recibir.
Es posible.