La semana pasada estuve en un maravilloso hotel en Amsterdam.
Tenía una habitación con grandes ventanales que proporcionaban una hermosa vista de un Canal de la ciudad.
En un escritorio, al lado del teléfono, se encontraba un bloc de notas.
Ya que me gusta escribir, siempre tomo aquellos como un regalo.
Esta vez la libreta fue muy bella.
En la parte superior de cada página estaba el texto: Cosas que hacer hoy. Al parecer esto fue pensado para el turista.
Inmediatamente comencé a escribir.
Mis palabras no tenían nada que ver con hacer, eran sobre maneras de ser.
Planeé escribir unas cuantas palabras cada día y a escuchar lo que quería mi ser interior.
Las ideas siguen cambiando y vienen de un lugar cada vez más profundo. Resulta que quiero escribir sobre el mundo, y de lo que está sucediendo dentro de nosotros mismos.
Cómo nos reprimimos y silenciamos, por patrones culturales que hemos aprendido en la infancia.
La reacción está también presente, en nosotros mismos y en el mundo. La percibimos como un dolor en nuestro cuerpo, o como una reacción emocional, una depresión, un conflicto interno.
En el mundo la vemos en forma de guerra, la explotación y el odio.
Al parecer es un proceso, un impulso profundo, para liberarnos de la opresión patriarcal.
La percibo como un poder femenino que nos pone en movimiento.
Es una fuerza que le gustaría superar esta crisis.
Quiere crear paz, armonía, belleza e intimidad en su lugar.
Seguiré con mi lista de "cosas para hacer hoy", con el fin de crear espacio para el "hacer" que surge de mi ser.