Antes de comenzar a pintar en el norte de la rueda de la medicina visitamos el oeste, la dirección donde terminaremos luego de haber pasado por el círculo completo.
En el oeste vive la visionaria, la que tiene una visión acerca de lo que nuestro ser interior quiere hacer en el mundo.
Podemos encontrar nuestra vocación al llevar la mente a nuestra niñez y recordar nuestra manera de ser cuando éramos niño.
¿Qué es lo que hicimos con facilidad y qué es lo que nos desagradaba más?
A menudo estos dos lados son opuestos.
Nuestro deseo de contribuir en algo al mundo tiene que ver con nuestra aversión.
Porque desde nuestro interior, nos gustaría estar involucrados en la reducción de lo que nos disgustaba más.
Cuando seguimos este camino, nuestro actuar resulta sostenido por quienes somos.
Podemos comenzar a soñar en el oeste de la rueda de la medicina acerca de cómo podemos dar forma a este deseo.
Comenzaré con esto.