Me doy cuenta de que cada puerta que abro me lleva a una multitud de otras puertas que abren.
Mi espíritu disfruta y se convierte cada vez más animado, en plena maravilla acerca de las infinitas posibilidades.
Puedo gozar y degustar esta apertura en cualquier momento, estar en contacto con mi entorno ilimitado, con mi taza de café, con el teclado de mi ordenador, escribiendo para mí y para ti.
Descansar en esto significa estar presente, cada vez más profundamente.
Una mariposa saborea el néctar del árbol, el azul real de la hortensia, las voces de los niños están en el fondo, una pelusa de un diente de león flota en el aire.
Así la vida es buena.
Compartir esto con otros me hace feliz.