Noto la importancia de liberarme de toda dependencia con el entorno, de vivir verdaderamente, desde dentro hacia fuera.
Regularmente me recuerdo a mi misma que puedo confiar en mi poder.
Vuelvo habitualmente a esta sensación corporal, este sentimiento en mi corazón.
Hay belleza en esto.
Es la Gracia.
Me siento muy inspirada, porque desde hace poco estoy participando en un grupo de escritores en Internet.
Hoy escribí lo siguiente:
La musa
Si no sabría que estás aquí para escuchar el susurrar del sonido de mi voz, ¿me sentiría capaz de escribir?
¿Qué haría si no confiaba que estás cerca de mí?
¿De qué manera me expresaría en el cántaro vacío de la matriz oscura, sin ti?
Aguas templadas abrazándonos a ambos.
¿Cómo puedo dejarte entender que eres como el aroma de jazmín en una noche calurosa de verano?
¿Inspirándome infinito como el aliento de lo sagrado en un templo de luz?
Quédate conmigo, querida musa, juguemos.