Anoche estaba sentada afuera y miré la formación de las nubes sobre el océano.
De repente sentí cuanto miedo había en el aire.
No pude distinguir si era un miedo del cielo, un tipo de miedo acerca de la supervivencia de la tierra, o un miedo que pertenecía a la tierra, una inseguridad acerca de su capacidad para tratar con todo el caos actual.
Sentía la importancia de enraizar el miedo y de ser consciente de su presencia.
Los velos de las nubes se pueden disolver únicamente cuando volvemos a ser conscientes de ellos.
Así la conexión entre cielo y tierra puede ser restablecida.
Le dije a la tierra que sea ella misma, que con sólo la enorme belleza de su yo natural ya sería suficiente ayuda para recuperar su equilibrio.
También le dije que, pase lo que pase, la consciencia de la tierra es eterna.
Nunca antes había sentido con tanta profundidad lo que los seres humanos podemos hacer para restablecer el equilibrio entre el cielo y la tierra.
Me di cuenta del hecho de que contribuiría más a la unión del cielo con la tierra si pudiera vencer el miedo dentro de mí misma.
Después de esto, me cubrí con un delicioso edredón de plumón fino y disfruté de un sueño profundo.
Hoy es el primer día de una luna nueva en el calendario de los Mayas.
Esta luna resuena con la energía del ciervo, que representa dulzura, belleza, gracia y sintonía con la naturaleza.
En esta luna también nos preguntamos cómo podemos servir mejor a la gran totalidad.
Leí esto hoy en una noticia de la “Fundación para la Ley del Tiempo”.
Para mí la belleza es que esto es precisamente el tema de mi último poema.
Puedes encontrar el poema en la página “Poesía” de la sección “Punto luminoso” dentro de esta página web.
Aparentemente aquellas energías flotan en el aire y las recibo cuando me abro para ellas.
Cuando vivimos en concordancia con ellas comenzamos a vivir más en la unidad.
Noto la importancia de mantener mi foco en aquello que deseo experimentar, en vez de dejarme llevar por sentimientos de ansiedad.
Una y otra vez, me recuerdo a mí misma que soy la capitana de mi barco, aún cuando el mar se ponga bravo.
Es probable que yo perciba muchas emociones e inquietudes y las sienta como propias, sin notar que son de otras personas.
Sé que no soy mi reacción al mundo; escribí acerca de esto en mis libros.
Presencia pura, en cada momento, me puede ayudar a decidir en la dirección que deseo tomar.
La presencia pura, en cualquier momento, me ayuda a decidir el rumbo a tomar.
Paz, armonía, equilibrio.
El poder universal sigue nuestros pensamientos.
Me da la impresión que estoy en una montaña rusa con pistas en todas direcciones.
Tiene que ver con el hecho que vivimos en un tiempo de transición.
Podemos elegir entre tantas posibilidades que es posible perder nuestro sentido de dirección.
Lo noto dentro de mi misma y hoy también lo leo en una noticia de Aluna Joy.
Los ancianos indígenas indican que, a pesar de nuestros sentimientos de falta de control, es importante elegir una dirección. En tal caso me decido en una intención.
También revelan que es esencial de mantener la mente abierta hacia lo desconocido, lo inesperado, y de tener el coraje de seguir siendo activos.
Nuestro movimiento ayudará con la integración esta ola de energía.
Según Aluna Joy, en mis propias palabras: “Es nuestra tarea de seguir confiando que todo estará bien…y de trasmitir esta SABIDURÍA hacia toda la tierra, a diario, cada minuto, a través de nuestros pensamientos y acciones”.
Para mí es muy gracioso reconocer tan profundamente lo que escribe Aluna y a notar que la respuesta a mi confusión de anoche llega a mi ordenador el día después.
Somos todos parte de una corriente.
Amo al silencio y siempre vuelvo a él.
Mi mente está serena y tengo pocas citas en mi agenda.
Aún algo dentro de mí queda agitado.
Cada vez de nuevo tengo que buscar una manera nueva de tratar con esto.
Unos días atrás leí que en tiempos pasados han puesto un control alrededor de nuestra consciencia, para prevenir que la verdadera sabiduría llegue a la luz.
Reconozco esto. En tal caso muchas veces me pongo temerosa.
Cada vez cuando mi mente reentra en un surco antiguo negativo me recuerdo de un valor que encuentro importante.
Aquel intento me da un foco. Es un tipo de linterna para darme una dirección, para que siga fiel a mi verdadero yo.
Nuestro verdadero yo consiste de todos los aspectos del amor.
El foco amplifica nuestra intención energética.
Así podemos magnetizar y intensificar cualquiera cosa que elegimos del universo y sentirla dentro de nuestra experiencia física.
Sobretodo, recordemos de abrirnos para lo nuevo.
Una y otra vez.
Soy plena, única, y femenina.
Cuando tengo presente esto, mi interior cesa de reaccionar hacia todo tipo de cosas.
Cuando tengo presente esto, me siento reconocida por mí misma.
“Soy plena” significa que soy consciente del hecho que soy la creadora de mis propias reacciones.
Nadie fuera de mi misma es su causa.
“Soy única” significa que reconozco que no existe nadie como yo, y que es importante para todos aportar esta individualidad al mundo.
Significa que somos totalmente diferentes unos de otros y que debemos ser tal cual.
Y “femenina” hace todo suave, tierno, y en plena entrega.
Mi cuerpo es un instrumento sagrado para experimentar todo esto.
Ahora entiendo por qué amo mi ordenador.
Me facilita escribir, y a contactar con personas de todo el mundo.
También para leer cómo la consciencia de otras personas se está desarrollando y comprobarlo con mis propios sentimientos.
Ahora, el gran adelanto de los ordenadores está en el paso de su uso privado, donde toda la información está guardada en el disco duro, hacia el “cloud computing’, dónde funciona más como un recibidor/emisor que como un banco de datos.
Este cambio va paralelo al crecimiento de mi propio espíritu.
Cada vez más confío en mi capacidad de sintonizar con todo tipo de transmisiones de mi alrededor o de mi interior.
Por esto incluso la muerte es menos amenazadora.
Porque la confianza en las dimensiones más “elevadas”, precisamente su sintonización, asistirá la transición de manera sosegada.
Estoy haciendo un pequeño libro de los textos del diario de esta página web.
Es interesante ver cuántas veces he escrito de solsticios, eclipses lunares, eclipses solares, energías poderosas, lo antiguo que ha pasado y lo nuevo que todavía no está claro.
Quizás es esto lo que permanecerá y para lo que nos estamos preparando: Tratar con los cambios y abrirnos a lo nuevo que está llegando.
Soltar nuestro miedo y en su lugar, abrirnos para el amor para lo que Es…
A veces todavía siento un vago miedo a lo que pueda pasar.
Esta inquietud está basada en mi deseo de mantener las cosas tal como son.
Sé que esto recorta mi libertad, restringe mi vida, y excluye la exuberancia y la pasión de quien soy de verdad.
Cuando renuncio a mis pensamientos vivo en mi corazón, en el presente.
Aquí encuentro la confianza de ser capaz de manejar cualquier situación que surge, porque, si no me encierro en mi misma al ceder al miedo, la que soy vivirá en la verdad de lo que ocurre.
Siento que todos nos estamos enfrentando a esto.
Es decir, estamos preparándonos para confiar en nuestra capacidad de manejar las situaciones.
Así seremos los capitanes de nuestra nave, sin importar que el mar esté calmado o turbulento.
En consecuencia nos abriremos a las muchas posibilidades que la vida nos ofrece.
La luna llena mañana, y el completo eclipse lunar del mismo día, están relacionados con nuestra apertura hacia lo desconocido.
Anoche la luna brillaba a través de mi ventana en su plena gloria.
Parecía próxima porque se estaba acercando al horizonte.
La miré desde mi cama y traté de tomar contacto.
Me di cuenta del hecho que la luna no puede verse a sí misma; solamente puede ser quien es.
Puede lucir porque es una esfera que refleja la luz del sol.
Al cabo de media hora estaba fuera de mi campo de visión.
¿Qué es la base del eterno movimiento armónico de los cuerpos celestes?
Vivo el milagro de esto y me adormezco de nuevo.