Hoy es el día del solsticio, el día en que el sol comienza su camino de vuelta hacia el ecuador.
En estos días la puesta del sol ha estado en el lugar más cercano al norte, detrás de una franja de tierra en el océano.
A partir de mañana el sol se pondrá todos los días un poco más al sur.
Hasta que en medio del invierno haya alcanzado el punto más meridional.
En este día del solsticio me doy cuenta de que puedo escribir sobre lo que ha estado en mi mente estos días.
Con un grupo international, dirigido por Marc Gafni, estamos creando un espacio de amor.
Con tu consciencia puedes conectarte a este campo.
Por lo que sé es la conexión con todo lo que vive.
Es el vínculo con la inteligencia del amor que está presente en todo.
Con nuestras mentes pensantes nos hemos separado de este conocimiento.
Conectarme me da un sentimiento de intimidad, sin saber muy bien el objeto de la intimidad.
Pregunto a mi corazón: ¿“Durará mucho tiempo esta circumstancia de mi vida?”
O: ¿“Pasará rápido esta situación?”
Mi corazón responde: “Es la práctica de sentir la paz y la serenidad, independiente de las circumstancias de tu vida”.
Estoy asistiendo a un curso denominado “Curso del Yo Único”, dictado por Marc Gafni.
Ha surgido en mi una segunda naturaleza que yo deseo se apacigüe un poco.
Pero Marc destaca la importancia de la Presencia Única de cada persona.
A mi interior le gusta mucho, porque mi esencia se siente invitada a mostrarse más.
Una de las prácticas se basa en decir, suavamente y por dentro de uno mismo, “Sí”, a todo lo que sea que esté sucediendo, tanto dentro como fuera de mí.
El “Sí” se aplica tanto a experiencias positivas como negativas.
Es decir que también lo uso cuando pierdo mis llaves.
Cuando me siento enojada, exhalo un glorioso “Sí”.
Esto se siente como aliviar la presión inmediatamente, como cuando estalla un corcho, un enorme corcho que haya estado reteniendo la fuerza de un enorme pozo.
Decir “Sí” a todo no debe confundirse con estar de acuerdo con todo.
El resultado de aplicar esta práctica es que tu propia energía surja naturalmente, libremente; que se exprese tal como es.
Después de unos días siento el deseo de volver al silencio.
Digo Sí al silencio interior, siempre Sí.
Hoy es el equinoccio, el día cuando el sol está exactamente sobre el ecuador.
Dicen que existe en este día una energía especial para manifestar nuestros deseos.
Esto significa para mí que quiero encontrar el coraje para escribir y para expresarme desde otra capa de mi ser.
Lo siguiente es el resultado de esta intención:
Que lo salvaje de nuestro espíritu toque nuestra carne y mueva nuestros cuerpos.
Que viajemos como uno, tal como una bandada de pájaros, guiada por Una mano, que sabe por dónde volar sobre los campos y los océanos.
Que nos deleitemos el uno en la presencia del otro cuando jugamos el juego del amor.
Que sintamos la intimidad que es nuestro anhelo más profundo y nuestro destino más hondo.
Que nuestra aspiración se cumpla.
Toda madre sabe que a la raíz de su sacrificio está el amor.
Amor por su hijo, su esposo, su amigo.
Ella está dispuesta a apartar su propia vida, para que el otro encuentre la felicidad que ella misma todavía no conoce.
Ha aprendido este patrón de su madre y de las madres que han precedido a su madre.
Si no está atenta puede transmitir este patrón, y la confusión que le acompaña, a sus hijos y por lo tanto carece de una base dentro de sí misma.
Esto la llevará aún más lejos de quien está en lo más profundo.
En el centro de esta confusión yace la semilla del amor que ha sido ocultado.
Aquí está la vida que sin cesar nace de nuevo.
En este lugar podemos encontrar la puerta que nos conduce hacia la plenitud y el cumplimiento.
Podemos encontrar la base para el amor y para nuestra vida en nuestros cuerpos, en nuestra feminidad/masculinidad.
En las partes más profundas que a veces se han cubierto con tanta vergüenza y asco y humillación que apenas me atrevo a escribir sobre ello.
El amor de nuestros corazones puede fluir hacia las partes más profundas de nuestros cuerpos.
Podamos aprender a disfrutar de nosotros mismos.
Después de lo que escribí ayer quiero añadir:
…entonces sabremos en nuestro corazón en qué dirección queremos movernos…
Ahora que hemos pasado la fecha de diciembre 21 siento que nuestra inquietud tenía que ver con el nacimiento de la consciencia femenina.
A medida que hablemos de esto, sabremos más claramente qué significa.
¡Qué largo ha sido nuestro entrenamiento para aprender a evadir el conflicto de la dualidad!
Hhemos aprendido que en el acto de resistir algo, lo estamos creando nuevamente.
Existe una inteligencia infinitamente más grande que nuestra pequeña mente.
Podemos confiarle nuestra cabeza llena de intrincados pensamientos a esa inteligencia superior: la vida encontrará una solución para nosotros.
Hacer esto requiere que nos entreguemos a esa inteligencia para que la vida pueda fluir a través de nosotros continuamente.
Esta Vida siempre está aquí.
Cuando nacimos tuvimos que pasar por un agujero muy pequeño.
Todavía tiendo a encogerme cuando me enfrento con el tiempo.
En tal caso empujo mi espíritu fuera de mi cuerpo.
Eso me da el sentimiento de estar apurada, aún cuando me sobra el tiempo.
Estoy aprendiendo de quedarme en la serenidad y la calidez que se siente antes de que el pensamiento del tiempo surja.
Noto que parte del tiempo estoy ocupada con la aceptación de mi sombra.
Nuestra sombra no es nuestro lado malo, pero es la parte que está retorcida en el curso del tiempo, por efecto de nuestra historia, por nuestra sociedad, por nuestra cultura.
Ella se muestra de manera indirecta, y pide ser amada de una manera incondicional, así es que podemos vivir nuestros seres únicos de un modo cada vez más pleno, más completo.
Ahora que tengo más tiempo para mí, siento el deseo de trabajar con personas, de una manera nueva.
Pregunto a lo Invisible cual es el Sueño más Alto que desea manifestarse y espero la respuesta en silencio.
Estoy sorprendida por las palabras que surgen en mí y me siento tocada por la simplicidad de la respuesta:
Tu Sueño más Alto debe ser decidido por ti.
Damos la energía y la fuerza para manifestarla.
Siempre estoy sorprendida cuando me doy cuenta que soy yo quien debe decidir.
Cuando me pregunto qué es lo que deseo, sé cual es la respuesta: Quiero trabajar un día por semana y dar consultas a personas que quieren encontrar una perspectiva nueva para un aspecto de su vida en lo cual se sienten bloqueados.
Siento alegría acerca de la decisión y tengo más claridad acerca de la dirección de mi vida.