Siento un gran deseo de escribir acerca de lo que me mantiene ocupada, pero es difícil encontrar palabras.
Deseo vivir desde el corazón, busco el Amor.
Si reparto demasiado del amor que encuentro, siento una recaída. Eso es una señal para mi. El Amor es más inaprensible de lo que pienso, pero también está más cerca.
No hace falta actuar tanto para sentir la presencia del Amor. Se trata más de rendirse a él.
Perder el equilibrio a causa del Amor sólo significa que no hemos comprendido lo que el Amor es.
Sin embargo es probable que nunca podamos definir claramente lo que es el Amor pues, en este punto, lo que buscamos, igual que la meta, es parte del camino.
Descubrí en Internet, una "técnica" preciosa para curar nuestras heridas más profundas.
Se llama TAT y puedes encontrar información acerca de esto en la página web de TATLife.com.
Sentí la necesidad de aplicar los pasos de TAT, no solamente de la manera como son descritos en el folleto que bajé de la página web, sino también, para compensar el trabajo de la zona de los ojos, de modo que pudiera percibir la acción de esos pasos en otros puntos de energía de mi cuerpo.
A mi cuerpo/mente le gusta mucho: dirijo mi atención a los puntos 2 y 15, 15 y 25, y además es bonito bajar la energía de amor desde el punto 13 hacia los puntos 15 y 25 cuando el paso de TAT incluye el perdón.
Pienso que hay mucha gente que ha sido maltratada, sea físicamente o de manera mental, y tendemos a huir de esta zona magnífica de nuestro cuerpo.
Es hora de restablecer el contacto con nosotros mismos, con el organismo físico/mental que somos, y de recordar que el pasado ha terminado, y que estamos a salvo.
Hay más información acerca de los puntos de energía en la página "Los sellos".
Me encuentro en mi casa en España. Estoy sentada en la terraza, de frente al océano Atlántico, leyendo, por segunda vez, un libro de Lynn Andrews: Woman at the Edge of Two Worlds (Mujer entre Dos Mundos).
Aunque se trata de la iniciación sagrada durante la menopausia, sé que el contenido del libro es aplicable para todos nosotros en esta época, cualquiera sea nuestra edad, nuestro sexo.
Mientras estoy leyendo, intuyo, siento, huelo el contenido del libro. Es como percibo en este momento.
Quiero leerte a ti, lector de este diario, unos párrafos.
Imagínate que estás sentado a mi lado:
“… Salía del bosque hacia un claro.
El pasto era verde, exuberante y se veía húmedo por el rocío de la mañana.
Me llegaba hasta las rodillas. Yo caminaba lento, respiraba profundamente y sentía el fresco aroma del aire del norte.
El perfume de las flores de primavera era embriagador y relajante. Me sentía feliz.
El recuerdo de la reunión con “La Mujer de los Dos Mundos" me había dado un gran ánimo.
Yo sabía que estaba pasando por una puerta y eso me erizaba la piel. Este era un símbolo del cambio en que la mujer pasa de una etapa a otra en la vida.
No se trataba de un cambio sencillo sino de un largo viaje. Un viaje que requiere una profunda reflexión y aceptación.
Quería alimentar esa parte de mi misma que estaba cambiando. Quería hacer llevadero el cambio.
Mi consciencia estaba en la parte más profunda de mi cuerpo, en mi útero, y sentía la necesidad de mantenerme calma.
Sentía necesidad de paz así como la necesidad de unir los fragmentos de mi vida formando con ellos un escudo de poder y de amor…
“Quítame el velo" dijo la mujer. Me puse de pié lentamente, mis manos temblaban.
Mis dedos percibieron la fina textura de la seda. Con entusiasmo lo levanté y lo puse detrás de la cabeza de La Mujer de Dos Mundos.
En un primer momento el fulgor de su rostro me encegueció. Haz más suave tu visión –dijo. “No renuncies a tu poder – recuerda quién eres".
Era una mujer extraordinaria. Ella no tenía edad.
No podía adivinar su nacionalidad.
Ella parecía abarcar la totalidad de la feminidad.
Era hermoso ver su rostro.
Con su mirada inteligente.
Ella vestía con tenues telas que parecían reflejar el oro del Sol y la plata de la Luna.
Me pareció un ángel. Pude sentir la extraordinaria profundidad del amor que procedía de su corazón.
Ella me abrazó tan suavemente como había imaginado que la Gran Madre lo haría.
Me sentí reconfortada como nunca antes.
Fue entonces que, por primera vez, comprendí la necesidad de ser consolada mientras cruzaba esa puerta.
Y supe que ella comprendía todas mis fortalezas y mis debilidades.
“Escucharás mi voz, hija mía, y verás mi rostro en todas las cosas con o sin nombre.
Escucha bien: Estoy aquí por ti y por todos aquellos cuyo camino pase a través de mi".
Su voz fue como susurro en el viento y lentamente desapareció de mi vista.
A causa de todas las buenas intenciones de ayer, mi ego quería disfrutar también.
Por eso era un día difícil y cansador.
Entonces hoy es un día para soltar todo esto.
Dentro de seis días, en el 21 de marzo, comenzará la primavera. En aquella fecha el sol estará justo sobre el ecuador. Este día del equinox también es Viernes Santo, Año nuevo para los mayas y luna llena.
Los jefes de los mayas dicen que esta fecha es un día importante para generar pensamientos con buenas intenciones y para crear una nueva visión.
Nuestras intenciones, por ejemplo nuestros objetivos de paz, armonía, belleza tendrán más efecto en este día.
Por esta razón Aluna Yoy ha organizado una "wave", una onda. Hay gente en todo el mundo que participa.
Por unir nuestras fuerzas en aquella fecha, especialmente en las horas muy tempranas de la mañana del 21, aspirando a algo mejor podemos iniciar una ola de "buena onda" mundial.
Noto que estoy preparándome para esto.
Creo que estoy entrando en una zona nueva, porque en los últimos días noto una gran timidez cuando deseo escribir algo en el Punto luminoso.
Es como que paso por un momento de prejuicios sociales. Tal como: ¡…esto no se hace…!
Lo hago de todas maneras, y confío lo nuevo.
Hace tiempo que no escribo en el diario.
Parece que nada fuese lo suficientemente importante como para merecer estar aquí.
Quizá ustedes piensen lo mismo, pero, por el contrario, este es un espacio creado para comunicarnos.
No esperen a tener algo "muy importante" para decir.
Me agradará ver nuevas notas en el foro o en el libro de visitas.
Sé que visitan el sitio, de modo que escriban en él o envíen mail, cuéntenme de vuestro crecimiento.
Los invito de corazón a expresarse sobre los temas del sitio por cualquiera de las vias mencionadas.
Haré yo misma un comentario ahora.
El cuerpo sigue siendo una fuente milagrosa durante mi viaje de exploración.
Todo lo que, psicológica y espiritualmente, creemos haber perdido puede ser recobrado precisamente allí.
El cuerpo se alegra cuando presto atención al flujo de energía que lo recorre.
Son pequeños pulsos de energía que están por todas partes.
No estoy acostumbrada a usar la palabra "Divino", pero este fenómeno excede cualquier descripción.
Esta fin de semana participé en un taller de Tom Kenyon. Estaba en Mijas, cerca de Malaga, en España.
Tom enseña co-creación. Él ofrece herramientas para crear nuevas realidades neurológicas en nuestro cerebro. Nos guía a través del sonido, y además nos enseña métodos para aplicar geometrías sagradas a nuestro cuerpo y a nuestro cerebro.
¿Para qué desearía participar en tal cosa?
Siento que no usamos las redes neurológicas en el cerebro de la mejor manera posible. Esta es la razón por la que mantenemos los círculos viciosos.
Es un proceso que va paralelo a los patrones negativos en el plano psicológico, como lo describí en el foro de esta página web. Son inclinaciones que tienden a perturbar nuestra paz interior.
Entonces ahora conozco dos maneras para crear un estado más equilibrado para nosotros.
Una tiene que ver con recordar nuestras verdaderas intenciones, aquello que verdaderamente deseamos crear. Y la otra es aplicar geometrías sagradas alrededor de nuestro cuerpo, o dentro de nuestro cerebro.
Al final del taller hicimos una meditación larga, para extender el equilibrio adquirido a la tierra.
Ahora estoy en mi casa en España. Tomo el tiempo para integrar todo esto.
Un grupo de amigas me visita en mi casa de España.
Es el octavo año que pasamos juntas toda una semana.
Las primeras veces me sentí muy responsable y no logré disfrutar esta especie de "invasión" a mi casa.
Este era una antiguo patrón en mí, un viejo instinto de supervivencia.
El año pasado surgió un problema en el grupo. Se notó en particular durante la cena, luego de unos vasos de vino. Una de nosotras comenzó a hablar en voz muy alta. No podíamos comunicarnos con ella porque no escuchaba a nadie. Algunas de nosotras se irritaron por este motivo.
Aunque todas sentíamos que debíamos resolver este problema, no sabíamos cómo hacerlo.
Anoche sucedió nuevamente: ella comenzó a hablar cada vez más fuerte y no admitía ser interrumpida. De repente me dijo: "Espera" y caminó hacia la cocina, trajo una cuchara y dijo: "cada vez que una de nosotras tenga la cuchara, será su turno de hablar y sólo ella hablará".
Esto funcionó perfectamente. Hemos podido compartir cosas más profundas y auténticas que antes y hemos recuperado la base de la amistad en este grupo.
En mi casa, en el sur de España, frente al océano Atlántico, estoy preparando una habitación donde pueda recibir grupos de personas. Esta habitación está tornándose en un ambiente cálido, con un resplandor terrenal, por la atención que está recibiendo.
El nombre del grupo será "El cuerpo como una puerta de acceso a quienes somos".
Cerca de la casa, en la playa, hay un pequeño pero acogedor hotel en que los integrantes del grupo se pueden hospedar.
Una amiga española contribuirá con su conocimiento del Ayurveda para los grupos que duraran una semana.
Me alegro mucho que mis sueños comiencen a tomar forma.