Celebré mis cumpleaños la semana pasada. Fue una fiesta grande, porque es un año de jubileo.
Después de tal acontecimiento suelo volver a mi existencia relativamente calma, pero esta vez viajé con huéspedes norteamericanos y me mantuve en el ajetreo de ser azafata y organizadora por una semana más.
Por haber aprendido a vivir sin resistencia logré descansar e improvisar, a pesar del trajín.
Ahora estoy en mi casa de España.
El océano es apacible como un espejo. El ambiente suave del Ahora me lleva hacia un amplio espacio de posibilidades.
Hoy es luna nueva. Es una luna de sanación profunda.
Sigo con mis proyectos de ordenar, recomenzar, y siempre busco la paz y la armonía cuando noto que estoy demasiado enérgica.
Treasure, ©Joos
Me siento en un tiempo de preparación para lo que está por pasar: Ordeno, recojo, boto lo que ya no necesito, hago espacio, confío que lo que debe ocurrir acontecerá.
El nuevo espacio se llena con el silencio y con la búsqueda de maneras de estar totalmente presente en el Ahora. A veces se presentan, con toda su violencia, antiguas formas de reacción, pero siempre logro integrarlos en la persona que soy Ahora.