Los puntos de energía en el cuerpo humano
El universo consta de energía.
Es energía impersonal, procediendo de una fuente primordial, que los Mayas llaman Hunab Ku.
Todo vibra y está relacionado con una Totalidad más grande.
Por lo general el movimiento transcurre de una manera bien ordenada.
Los electrones giran alrededor de un núcleo, la tierra y la luna dan vuelta alrededor del sol, y las estrellas y los planetas están organizados de manera dinámica en el cosmos.
El cuerpo humano es también un ejemplo de tal sistema de energía milagrosa que es influenciado por fuerzas más grandes.
A través del tiempo las fuerzas impersonales nos influencian, y tienen un efecto personal. Por ejemplo, el Tzolkin describe estas influencias como un ciclo de combinaciones de 20 sellos solares con 13 tonos.
Jin Shin Jyutsu describe 26 puntos de energía en el cuerpo. Se encuentran tanto en el lado derecho del cuerpo como en el lado izquierdo.
Armonizamos la energía de la vida cuando dirigimos nuestra atención hacia estos puntos.
Joos describe en su libro “Jugando con la Fuerza de la Vida" (LibrosenRed, 2007) su experiencia al abrir estos puntos. Ella confirma que la naturaleza de la energía en diferentes lugares del cuerpo coincide con las diferentes cualidades de la energía creativa de los sellos solares del Tzolkin. Además resulta que encontramos el lado negativo del sello cuando un punto de energía está bloqueado.
El punto 1, por ejemplo, se encuentra en el lado interior de las rodillas.
Imix, Dragón rojo, el principio creador, coincide con él.
Confiamos cuando el punto está abierto.
Cuando el punto de energía está bloqueado tendemos hacia inflexibilidad y el miedo a ser rechazados.
El punto 2, en el lado superior del hueso iliaco, está asociado con Ik, Viento blanco, Inspiración.
Nos sentimos apartados de la energía etérea cuando el punto de energía está bloqueado. En tal caso nos inclinamos hacia la indecisión.
En el lado superior/interior de los omoplatos podemos encontrar punto 3, Akbal, Noche azul.
Podemos sentir allí la importancia de vivir nuestra unicidad, la propia encarnación.
Y podemos sentirnos perdidos si en este lugar la energía está bloqueada, si no confiamos nuestra voz interna.
Podemos encontrar el punto 4 en el lado inferior del cráneo, el lugar donde se efectúa la coordinación entre cuerpo y espíritu.
Kan, Semilla amarilla, es un puente entre la materia y lo invisible, y representa la energía creativa que da forma al esbozo espiritual y la manifestación física. Esta coordinación se efectúa de una manera milagrosamente ordenada.
Experimentamos una separación entre cuerpo y espíritu cuando el punto de energía está bloqueado.
En el lado interior del tobillo, en la cavidad suave debajo de él, está el punto 5, Chicchan, Serpiente roja.
Este punto de energía es importante para la fuerza de la vida, los instintos, la intimidad.
Nos sentimos menos vitales y tendemos a fijarnos en una vida de apariencia cuando el punto está cerrado.
Punto 6 se encuentra en la cavidad del pié, y está relacionado con Cimi, Enlazador de mundos blanco.
Cuando el punto está abierto podemos experimentar equilibrio continuo entre la vida y la muerte, entre formación y destrucción.
Cuando no estamos a la altura de los cambios, pues nos resultan demasiado dolorosos, cerramos el punto. Entonces tendemos a representar el papel de víctimas en nuestra vida.
Debajo del dedo gordo del pie encontramos punto 7, Manik, Mano azul.
A través de este punto de energía podemos sentir la conexión entre nuestra personalidad y el flujo del ser universal.
Experimentamos un conflicto entre nuestros deseos personales y la conexión con el entorno cuando hemos retirado nuestra energía, nuestra atención, de este punto.
Punto 8, Lamat, Estrella amarilla, se encuentra en el lado exterior de la rodilla.
Experimentamos la conexión y la armonía con las octavas más elevadas de la vida cuando el punto está abierto.
Tendemos a estar en desacuerdo y en confusión cuando el punto está cerrado. En tal caso nos falta un sentido de rumbo.
Encontramos el punto 9, Muluc, Luna roja, en el lado inferior/interior del omoplato.
Estamos conectados con el Yo inconsciente a través de este punto.
Tendemos a proyectar emociones fuertes a otros cuando el punto está cerrado. Eso nos impulsa a ser dominantes o inseguros.
En el centro del omoplato, en el lado de la columna vertebral, podemos encontrar el punto de energía 10, Oc, Perro blanco.
La cualidad de este punto es la aceptación profunda de nosotros mismos y los demás. Ternura.
Es posible que entremos en un mundo ilusorio cuando el punto está cerrado.
Por ejemplo, cuando imaginamos lo que otros pueden pensar de nosotros.
El miedo al futuro también pertenece al bloqueo de este punto.
En el triángulo entre hombro, cuello y la columna vertebral se encuentra punto 11, Chuen, Mono azul.
Cuando el punto de energía está abierto podemos experimentar nuestro carácter juguetón, la inocencia y la creatividad.
A menudo el punto está cerrado y tendemos a llevar un peso demasiado grande en los hombros, o vivimos en un patrón que constantemente nos recuerda que debemos hacer las cosas bien, o nos esforzamos por ser competitivos en detrimento de la alegría de vivir.
El perfeccionismo excesivo tiene su sede allí cuando el punto está bloqueado.
A mitad del cuello está el punto 12, Eb, Humano amarillo.
Somos capaces de percibir por completo, más allá de los patrones impuestos, cuando el punto está abierto.
Cuando el punto está cerrado nos inclinamos a razonar de manera cerebral, y dirigimos nuestra atención a las deficiencias de la vida.
A 10 centímetros por debajo de las clavículas está punto 13, Ben, Caminante del cielo rojo.
Podemos experimentar allí que el corazón es el refugio de donde mana la fuente del Amor.
Cuando el punto está bloqueado, el miedo transforma este refugio en una cárcel donde el Amor no se puede expresar libremente.
En el lado inferior de la caja torácica podemos encontrar el punto 14, Ix, Mago blanco.
Cuando logramos vivir según el concepto “Hágase Tu Voluntad", colaboramos con la apertura del punto.
Eliminamos lo que nos impide vivir según las intenciones de nuestro yo más profundo por aceptar nuestra sombra y la de los demás.
Por último descubrimos que no hay diferencia entre la voluntad del yo pequeño y la Voluntad Universal, y comenzamos a vivir por completo en el Aquí y Ahora.
Las dudas forman el bloqueo del punto.
Encontramos el punto 15, Men, Águila azul, en la ingle.
Nos hallamos conectados con nuestras necesidades y la propia visión cuando el punto de energía está abierto. En tal caso estamos en contacto con nosotros mismos.
Cuando el punto está bloqueado nos dividimos en dos sensaciones contradictorias: por un lado tendemos a dar demasiado de nosotros, y por otro lado nos sentimos desconformes con lo que hacemos y deseamos huir de esa situación.
En el lado exterior del tobillo, en la cavidad suave entre el tobillo y el talón, está punto 16, Cib, Guerrero amarillo.
Somos capaces de actuar de manera inspirada cuando el punto está abierto.
Cuando el punto está cerrado nos dejamos influenciar por la radiación negativa en el entorno y por patrones antiguos creados por fuerzas del pasado.
En el lado exterior de la muñeca podemos encontrar el punto 17, Caban, Tierra roja.
Recibimos mucha información intuitiva cuando el punto está abierto. En tal caso somos capaces de ocuparnos de los problemas de una manera creativa.
Cuando el punto está cerrado perdemos nuestra orientación al preocuparnos demasiado por la reacción del otro, o por mantenernos ocupados con el futuro o con el pasado.
En la palma de la mano, en la articulación del pulgar, podemos encontrar punto 18, Etznab, Espejo blanco.
Cuando el punto está abierto somos conscientes del hecho que podemos encontrar la sabiduría en el silencio. Cada vez que recordamos el hecho de que somos co-creadores, volvemos a liberarnos de las ilusiones.
Tener dudas acerca del rumbo correcto, es síntoma de que este punto se está bloqueando.
En tal caso queremos que la vida sea distinta de lo que Es.
Podemos encontrar el punto 19, Cauac, Tormenta azul, en el pliegue del codo.
Cuando el punto está abierto somos capaces de percibir la Energía que precede a nuestra existencia en la tierra.
Cuando el punto está cerrado tendemos a fijarnos a razonamientos antiguos y a detener nuestro desarrollo espiritual.
En la frente, encima de las cejas, podemos encontrar el punto 20, Ahau, Sol amarillo.
Somos capaces de vivir la energía ilimitada dentro de los límites de la dualidad cuando el punto está abierto. En tal caso somos conscientes del hecho que servir, y transmitir lo que recibimos, es nuestro destino.
En cambio, nos inclinamos a esforzarnos de manera excesiva y a juzgar cuando el punto está cerrado.
Encontramos los sellos 1 a 6 una vez más en el cuerpo, en los puntos 21 a 26.
Encontramos el punto 21, Imix, Dragon rojo, justo debajo de los pómulos.
Es una zona donde hace falta un proceso de renovarnos continuamente.
Cuando el punto está cerrado tendemos a vivir en patrones fijos, y pensar que nuestras emociones son la realidad.
Encontramos el punto 22, Ik, Viento blanco, justo debajo de las clavículas.
Podemos sentir en esta zona que “respiramos" la energía sutil.
Cuando nos hemos retirado del punto perdimos el contacto con la energía de la vida, sentimos miedo al pensar que nuestra vida debería ser distinta de lo que Es, y esto nos hace perder los ánimos.
Encontramos el punto 23, Akbal, Noche azul, en el centro de la espalda, debajo de las costillas inferiores.
Podemos experimentar en esta zona la conexión entre nuestra existencia física y la Energía que somos.
Cuando el punto está abierto nos sentimos capaces de confiar en nuestro propio funcionamiento.
Y al revés, el punto puede abrirse cuando comenzamos a confiar más en nosotros mismos.
Cuando el punto está cerrado nos molestan miedos indefinidos y un sentimiento de susto. Nos inclinamos a separarnos en polos opuestos y notamos físicamente el impulso de huir.
En el lado superior del pie encontramos en punto 24, Kan, Semilla amarilla.
Cuando el punto está abierto podemos sentir la conexión con nuestras raíces.
La energía creativa que da forma al esbozo espiritual y a la manifestación física, arraiga tanto en dirección a la tierra como hacia la luz. En esta zona también podemos sentir que somos un eslabón entre generaciones.
Cuando hemos retirado nuestra energía de este punto, vivimos el miedo a lo que podría pasar.
El punto 25, Chicchan, Serpiente roja, está en el lado inferior del hueso iliaco.
Esta zona está conectada con todos los niveles de nuestro ser. Experimentamos fuego, instinto, fuerza de la vida, misterio cuando el punto está abierto.
Una actitud de rebelión y resistencia caracterizan el bloqueo de esta zona.
Encontramos el punto 26, Cimi, Enlazador de mundos blanco, en la espalda, en el borde exterior de los omóplatos, debajo de los sobacos.
Cuando el punto está abierto vivimos en estado de compasión con otras personas, sentimos reverencia por toda vida, y vivimos el flujo natural de nuestra vida.
Cuando el punto está cerrado quedamos atrapados en nuestros pensamientos recurrentes, como reacción a los acontecimientos que se producen en nuestra vida.
Es especial descubrir que el ser humano constituye una parte de la Totalidad.
Es el hombre que, a través de la consciencia, da significados.
© Joos Bouwmeester
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Puedes encontrar la imagen completa de Mira aquí:
Los sellos del Tzolkin, representados en el cuerpo.
Durante la investigación escribí un libro que se llama “Jugando con la fuerza de la Vida�. En este libro di mis propios nombres a los puntos: