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Los sellos y los chakras


Dentro de nuestro cuerpo hay una relación entre los puntos de energía, los sellos y los chakras.
La interdependencia existe tanto en el plano energético como en los planos físico, emocional, mental y espiritual.
Podemos encontrar los chakras en el eje vertical del cuerpo.
Los puntos de energía están distribuidos, de manera simétrica, en ambos lados de él.

A ambos lados del primer chakra, en el lado inferior del hueso iliaco, encontramos el punto de energía 25.
Este punto, Chicchan, Serpiente rojo, tiene que ver con la vitalidad, la fuerza de la vida, los instintos.
Cuando observamos imágenes de los chakras, a veces demuestran dos espirales que se originan en el primer chakra. A ellos también los llamamos serpientes.
Nuestro Origen Sagrado está allí.
El flujo de energía puede aumentar en el primer chakra cuando aprendemos, estando sentados con la espalda erguida, al conectar el lugar del punto de energía 25 con la silla. Así establecemos nuestra conexión con la tierra.

El segundo chakra, justo arriba del pubis, es el lugar donde se cruzan el espiral izquierdo y el espiral derecho. Este chakra tiene que ver con lo “jugoso" de la vida, la creatividad, la fertilidad, la sensualidad, los contrastes.
El punto de energía 15, Men, Águila azul, que podemos encontrar en la ingle, y el punto 2, Ik, Viento blanco, en el lado superior del hueso iliaco en la espalda, están conectados con este chakra. Cuando la respiración está libre, los puntos 15 y 2 conmueven meciéndose.
La sabiduría de Ik en el punto 2 nos puede ayudar a trascender la dualidad y aún disfrutar de ella. En este lugar llegamos, por decirlo así, “respirar" la energía etérea que nos puede recordar la bondad fundamental de la existencia.
El contacto con el punto 15 nos ayuda principalmente a quedarnos “cerca de nosotros mismos".
Así aprendemos a estar en relación con otras personas sin dar excesivamente de nosotros. Así la inclinación a huir del lugar donde estamos puede disminuir y dar sitio al disfrutar de estar en este momento y en este lugar.

El tercer chakra está en el centro del cuerpo. Es el lugar donde podemos experimentar la fuerza de nuestra personalidad única.
Allí podemos aprender a discernir qué es lo mejor para nosotros, independientemente de las expectativas que tenemos a causa de nuestra educación o del entorno social.
Podemos vernos metidos en sentimientos de juicio, irritación, enfado, todo tipo de batallas que pertenecen a las sombras, cuando el chakra está desequilibrado.
Por estas actitudes negativas nuestro bienestar se vuelve dependiente del entorno.
En tal caso tendemos a separar nuestro actuar en el mundo, de la fuerza interior.
La tarea de este chakra es: ¿Cómo podemos relacionarnos sin perder el contacto con nuestro poder interno?
Para cumplir esto hace falta primero que, antes de entrar en contacto con el entorno, sintamos una conexión con nuestro interior.
Akbal, noche Azul, en el punto 23, en el centro de la espalda, debajo de las costillas, significa la energía de nuestra encarnación, nuestra unicidad. Al abrir el punto somos alimentados por nuestra unicidad, nuestra esencia. Desde allí podemos aprender a estar en el mundo de manera independiente, sin perder el contacto con nosotros mismos, ni con el entorno.
El punto 14, Ix, Mago blanco, está en la parte delantera del cuerpo, en el lado inferior de las costillas. Podemos adaptar aquí la voluntad de nuestro yo más profundo a la Voluntad Universal. Así nos sintonizamos con nuestra esencia y podemos aprender a soltar el deseo de que la vida sea distinta de lo que Es.
El punto de energía 9, Muluc, Luna roja, se encuentra en la espalda, en el lado inferior/interior de los omóplatos. Es un almacén donde guardamos mucha información inconsciente. Abrir el punto nos da acceso a una zona donde puede crecer nuestra confianza en nosotros mismos. Por ello podemos sentirnos más capaces a “Ser independiente".
También el punto 19, Cauac, Tormenta azul, ubicado en el codo, está en relación con el tercer chakra. Es el punto de energía para la transformación. Por abrirnos para la energía de este punto podemos aprender a sentir que somos “en el mundo, pero no del mundo".
También alrededor del ombligo podemos experimentar que somos tanto nuestra personalidad única como la energía que precede a nuestra existencia. El ombligo es el lugar donde hicimos la primera conexión con nuestro entorno.
A través de este punto estamos conectados con nuestro Origen y simultáneamente en el mundo.

El cuarto chakra está en el centro del pecho. Podemos descubrir allí que la fuente del amor se encuentra en nosotros mismos como un manantial vital y guiador.
La vulnerabilidad del niño herido que está dentro de nosotros puede ser transformada aquí en una actitud de respeto y en la madurez de un amor adulto.
El punto 13, Ben, Caminante del cielo rojo está ubicado diez centímetros por debajo de las clavículas, a ambos lados del esternón.
Abriendo este punto encontramos el coraje para ir en la dirección que el amor nos señala. A veces un cambio de nuestra actitud es suficiente, en otros momentos hace falta que tomemos una decisión más drástica.
A la misma altura en la espalda encontramos punto 10, Ben, Luna roja.
Abrir este punto nos trae la capacidad de soltar el pasado, para que el amor incondicional pueda ser parte de nuestra vida.
También Cimi, Enlazador de mundos blanco, punto 26, ubicado en el lado exterior de los omóplatos nos puede ayudar a vivir en compasión con toda la vida cuando el punto está abierto.

El quinto chakra está a la altura de la garganta. A través de la energía de este centro podemos manifestar y comunicar.
Encontramos el punto de energía 22, Ik, Viento blanco, a ambos lados de este chakra.
Podemos aprender a confiarnos en el proceso de la vida por abrirnos para la energía del punto.
Podemos “respirar" la energía etérea allí y experimentar que estamos conectados con la fuerza de la vida.
Repetir las palabras: “Sí, quiero, sí, puedo" puede ayudarnos a mejorar la conexión con esta zona.
Así podemos cooperar en dar forma a la vitalidad hasta una edad muy avanzada.
Cuando el punto está cerrado hemos perdido los ánimos, nos hemos deprimido.
El punto 11, Chuen, Mono azul, está en la espalda, a la misma altura. Podemos encontrar allí la energía juguetona del niño creativo e inocente que vive dentro de nosotros. Al abrir del punto podemos soltar carga inútil.
Justo debajo del punto 11, encontramos el punto de energía 3, Akbal, Noche azul, la energía que tiene que ver con nuestra unicidad, la encarnación.
A mitad del cuello está punto 12, Eb, Humano amarillo. El flujo de energía se mueve, desde este punto, en forma descendente en la frontera de nuestro cuerpo.
Este punto se encuentra en un punto de transición entre nuestro ser individual y la fuerza universal. Cuando el punto está abierto, nuestra consciencia es un puente entre ambos también.

El sexto chakra está justo arriba de los cejas. Este centro tiene que ver con el tercer ojo y con la sabiduría de la Visión.
El punto de energía 20, Ahau, Sol amarillo, está en la frente, a ambos lados.
Confiarnos a una Fuerza que es más grande que nosotros es para mí la esencia de este punto. Podemos experimentar que cooperamos con un poder divino cuando somos conscientes del hecho que trasmitimos lo que recibimos.
También el punto 21, Imix, Dragón rojo, en el lado inferior de los pómulos, tiene que ver con el sexto chakra. Lo que se forma en cada momento puede renovarse cada vez que nos entregamos a la paz del eterno Ahora.
También el punto de energía 4, Kan, Semilla amarilla, en el lado inferior del cráneo, tiene relación con la visión y con el orden que existe entre el espíritu y nuestra existencia física.

No puedo encontrar puntos de energía para el séptimo chakra. La energía desciende a través de este centro y se divide en el cuerpo de manera muy ordenada.
Por medio de este centro estamos conectados con la Fuerza más elevada.

Los puntos de energía 17 y 18 en las manos, 1 y 8 en las rodillas, y 5, 16, 6, 7 y 24 en los pies no han sido nombrados todavía.

Mi intuición me dice que el punto 17, Caban, Tierra roja, en el lado exterior de la muñeca coincide sobre todo con el segundo chakra. A menudo derivamos la intuición, la sincronicidad de nuestra existencia de lo que sentimos en la pelvis, donde se encuentra el segundo chakra.
Me parece que el punto de energía 17 funciona como estación receptora de la energía que nos llega desde nuestro entorno.

Parece que el punto 18, Etznab, Espejo blanca, más que nada está en relación con el tercer chakra. La fuente de nuestra existencia y nuestro ser individual allí están en interacción: Tu Voluntad es la mía, mi voluntad es la Tuya.

Me da la impresión que el punto 1, Imix, Dragón rojo, en el lado interior de la rodilla no está conectado con un chakra específico, sino que está en relación con todos los chakras.

Parece que el punto 8, Lamat, Estrella amarilla, en el lado exterior de la rodilla, coopera especialmente con el cuarto chakra, particularmente con el punto de energía 13.
Jude Currivan describe en su libro “The 8th Chakra" un centro que está entre el cuarto y el quinto chakra. Le llama el octavo chakra, el corazón Universal, un lugar donde la mente, el corazón y la voluntad se juntan.
¿El punto 8 coincidirá con esto?

Me parece que el punto 5, Chicchan, Serpiente roja, en el lado interior del tobillo, está, más que nada, conectado con la fuerza de la vida, el fuego, el instinto del primer chakra.

El punto 16, Cib, Guerrero amarillo, en el lado exterior del tobillo me recuerda sobre todo las palabras “Sí, quiero, sí, puedo" del quinto chakra.
Vivimos como un “Guerrero de la luz" en el peregrinaje de la vida cuando damos cuerpo a estas palabras.

Podría ser que el punto 6, Cimi, Enlazador de mundos blanco, 7, Manik, Mano azul y 24, Kan, Semilla amarilla en los pies, tienen que ver con un chakra que está a diez centímetros debajo de los pies.
Jude Currivan llama a este centro el noveno chakra, o chakra Estrella tierra.
Los puntos de energía 6, 7 y 24 tienen que ver con una conexión profunda con la tierra.
Además nos pueden traer concordancia con el propio camino y con las vivencias que nos proporcione nuestro destino.

En el cuerpo no existen verdades absolutas. Por eso espero que este viaje por los chakras, los puntos de energía y los sellos sea tomado a no más que como una fuente de inspiración.
Todo es sujetivo, todo se mueve, todo cambia.
Esto es válido para nuestra vida, para nuestros puntos de vista, y para la fuerza de la vida.
La Fuente sigue siendo un misterio.


© Joos Bouwmeester